La tarde era perfecta. El otoño empieza a notarse y el aire es fresco. Hago uno de mis recorridos favoritos que se hace más bucólico, cuando iniciando la primera subida, me cruzo con un rebaño de cabras. Me siento bien y las tres últimas semanas de entreno continuado empiezan a notarse. Subo fuerte y en las bajadas mis zancadas son largas y con confianza. Decido alargar el recorrido por una trialera de subida que termina en un fuerte y técnico descenso. Todo va perfecto hasta que...resbalón, no puedo poner las manos y CRASH!. Caigo al suelo como un saco y mi espalda se golpea contra una raíz. El dolor es impresionante, rápidamente me doy cuenta que la cosa es grabe. Vuelvo al coche como puedo. Al fondo unas tormentas sobre el mar parecen traer malos presagios. Después de pasar por urgencias el diagnostico es: "posible fisura de la 5ª costilla derecha". Siempre he dicho que esto no era fácil... ¿pero tiene que ser tan duro?. En estos momentos no se si tirarme al tren o a la….(no sigo que mi mujer lee este blog). Lo peor no es el dolor, es la prespectiva de estar varias semanas en el "dique seco" (malditas palabras) con todo lo que tenía por venir. Se intentará no caer en el desanimo. Se aceptan palabras de aliento.
Las piedras están muy duras.