No sabía si colgar la crónica del IM. Me parecía un poco más de lo mismo. Hay miles por ahí. Pero no me ha quedado más remedio. Por aclamación popular ahí está. Pido perdón por el ladrillo.
A las cuatro suena el despertador. Desayuno habitual ,últimos preparativos y para el box. Laia me acompaña. Ella tuvo su propio Ironman haciendo de supporter todo el día. Repaso la bici y me voy pronto a colocarme el neopreno, no quiero prisas de última hora. Abren la playa y me sitúo en el cajón de 1:15. Saludo a Laia que está arriba, en el paseo y en ese momento me sucede la anécdota de la jornada, por llamarlo de alguna manera. Resulta que piso mal sobrae las piedras de la playa y una me produce un hematoma en la planta del pie. Me duele una barbaridad. Empezamos bien. Al poco llega Xavi de los Piri y comentamos la jugada, el recorrido, las boyas donde nos colocamos... El tiempo pasa volando y las 6:30 en punto; "pumba". Dan la salida. Esto es el fin del mundo. Los primeros
Hago una transición muy tranquila. Laia me da un último grito de apoyo antes de encarar el sector ciclista. Los primeros
Inicio la primera vuelta. Intento pensar sólo en llegar al punto de giro. Es la estrategia mental que tengo para el sector a pie. Ir de media en media vuelta y a ver que pasa. El pie me duele, peo ya veo que si abandono o ando no será por su culpa. Me tranquiliza mucho. El primer paso por meta es brutal. Está Laia que me ánima como una hooligan. Eso y el ambiente hacen que se me disparen la pulsaciones. Intento tranquilizarme. Hay que controlar la emoción. Ya tengo la primera pulsera. Soy cauto pero me veo bien. A por el segundo giro. Otra vez en el aeropuerto. Media vuelta. Al poco llego a la altura de Xavi, hablo un poco con él nos damos ánimos. Empezamos a sentirnos un poquito Finisher. Segundo paso por meta ya más "cocidito". Esta vez veo a Alex de los Piri y un poco más allá otra vez a Laia, ahora ya no aguanto y me caen las primeras lagrimillas del día. Segunda pulsera... esto pinta bien. Voy tocado de piernas, pero no me noto desfallecer. En la tercera vuelta me toca bajar un poco el ritmo. No tengo ganas de comer nada y tengo miedo de padecer calambres, así que a partir de aquí ando en cada avituallamiento para poder beber bien. En cada carpa un poco de agua ,un poco de cocacola, un poco de isotónico y otro baso de agua que me tiro por la cabeza. La mezcla surge efecto y sigo con mi ritmo cansino. Otra vez en meta, otra vez las lagrimas. Le grito al que da las pulseras "LAST LAP!" y otra vez para el aeropuerto. Antes le digo a Laia que se vaya para meta que ya vengo. Mi ritmo es "tortuguil", pero sigo trotando, paso a muchísima gente que anda y me ánimo. Ya se que seré finisher . En cuanto doy la vuelta en el aeropuerto sólo pienso en ver la cúpula del Hotel Negresco. Se ve tan pequeña, tan lejos. Allí es donde hay más ambiente, donde es mas facil correr. Por fin llego y esto ya no se si podré explicarlo...me emociono.... La gente ánima como locos. "Alle", "Superve", "Courage". Estas tres palabras las he odio centenares de veces durante todo el día. Muchos me gritan por mi nombre que llevo en el dorsal. Levanto los brazos, choco palmas, les aplaudo a ellos...no puedo dejar de agradecer a la gente como se vuelca con el IM y con los triatletas. Cruzo el arco que pone "finish line" y entro en la zona de gradas. Busco a Laia desesperadamente y no la veo...Será posible! Después de todo no podré darle un beso como quería antes de entrar en meta. Pero de repente veo ha alguien que salta la valla junto al arco de meta y viene hacia mí. ¡Es Laia! ¡Se ha vuelto loca! Levanto los brazo y corro hacia ella. Es como un anuncio de la tele. Nos abrazamos como si hubiéramos sobrevivido a la catástrofe. La gente aplaueda como si fuera la final de la Champions. Entramos juntos en meta y para postres la chica que da las medallas se la entrega a Laia para que me la cuelgue del cuello… sin palabras.
He disfrutado, he sufrido y soy Finisher!
Sólo puedo decir que el Ironmam a superadao mis expectativas. Esta prueba es todo lo que me había imaginado y mucho más. No solo la carrera en sí. El ambiente de los días previos en Niza, la ciudad, la gente… Para postres tuve la suerte de que me salió la carrera casí perfecta, sufrida pero disfrutada. Ah! y gano Marcel su quinto titulo. Aun pude cruzarme con el en su última vuelta de la maratón y pegale un grito. Un honor participar en la misma prueba que él. Todo redondo
Tras ducharme y cenar. Nos fuimos a meta a ver llegar el último corredor....buf...más lágrimas. IMPRESIONANTE. Y para terminar el "melodrama" fuegos artificiales sobre la playa. Sí, digno de Hoolywood