Después de un largo día de trabajo llego a casa, cansado, agotado, aprieta el frío, la tarde es mas noche que tarde y la pereza me atrapa. Le doy vueltas a la posible ruta de la carrera del día, "¿por donde iré?", un lugar algo iluminado, donde sople menos el viento, sin mucha pendiente..no se, que ropa me pondré, cuantas capas de camisetas necesitaré...no se. Llega ese momento en que la motivación se pone a prueba, "¿estoy motivado?" ,"¿estoy comprometido?", ahora es el momento de demostrarlo. Sigo dudando, tengo frió solo de pensarlo. Por saltarme un día... Al final de la temporda olvidar unos pocos kilómetros no se nota..."¿no está lloviendo? "a ver si me cojo en resfriado i al final pierdo más de lo que gano. Excusas, una tras otra excusas. Al final completo el entreno previsto, incluso algún que otro kilómetro de más cae para la saca y llego satisfecho a casa, helado, pero sonriente. Fueza de voluntad, compromiso, motivación,... claro, como no. Pero escondía un as en la manga, un par de amigos con los que compartir rodaje.
No pongo muchas entradas por que la verdad es que las novedades son pocas. Van pasando los días y los entrenos que para que nos vamos a engañar, no son nada del otro mundo, día a día un poco más de volumen, la intensidad bajo control. Esto último se hace duro, eso de ver como te adelantan hasta los caracoles...aveces se hace un poco aburrido, pero en algún momento de tedio me imagino en la pedregosa playa de Niza y un sudor frío me recorre la nuca mientras el pulsómetro se acelera marcando 3 o 4 pulsaciones más de las debidas. Un poco más de paciencia ("paciencia", algo importante este año) por que en una semana subo un peldaño más la intensidad, primeras rectas y algún cambio de ritmo...paciencia.